Este vídeo resume y explica la entrevista publicada ayer por Ron Baron, donde Elon Musk detalla sus planes reales en robótica, IA, fabricación y chips.
La entrevista arranca con la idea central: producir robots Optimus a gran escala. Musk explica cifras concretas: un millón de unidades al año para bajar costes a 20.000–30.000 dólares, alrededor de cien actuadores solo en la mano y el antebrazo, y la necesidad de esa complejidad para tareas finas como usar herramientas o realizar trabajo de precisión.
A partir de ahí, la conversación entra en la noción de “abundancia sostenible”: robots capaces de construir viviendas, operar como cirujanos de altísima precisión o integrarse con Neuralink para devolver movilidad a personas con parálisis mediante el control directo del cuerpo robótico.
Ron Baron introduce el bloque de xAI. Musk explica por qué fundó OpenAI, por qué se marchó, y por qué ahora xAI se basa en tres factores: talento, capacidad de cómputo y datos en tiempo real procedentes de X. También detalla que el centro de datos Colossus se construyó más rápido que cualquier otro, según Jensen Huang.
Musk afirma que Grok 4 Heavy funciona con varios agentes en paralelo, describe el inicio del entrenamiento de Grok 5, da cifras (seis billones de parámetros) y admite que, por primera vez, ve una probabilidad pequeña —alrededor del 10% según sus palabras— de que alcance inteligencia general. También menciona mejoras en visión, vídeo en tiempo real, multimodalidad y “partes” que no puede detallar públicamente. Añade un proyecto llamado Grok-pedia, que más adelante será Encyclopedia Galactica, inspirado en Asimov y Douglas Adams.
La entrevista entra después en el problema de los chips. Musk explica que TSMC y Samsung necesitan cinco años para escalarlos a producción completa y que ese plazo no sirve para Tesla. Cita explícitamente cuatro fábricas que ya utilizan (Taiwán, Corea, Arizona y Texas) y admite que, aun así, la capacidad será insuficiente. Por eso plantea que quizá tengan que construir su propia megafábrica. Aquí aparece el chip AI5, que describe como decisivo para coches autónomos y Optimus, con un objetivo de rendimiento por vatio muy superior y un coste muy inferior al de Nvidia.
Sobre conducción autónoma, Musk aporta datos operativos: unos 10.000 millones de kilómetros recorridos, FSD como sistema cuatro veces más seguro que un humano y un enfoque centrado en que el coche “entienda” la escena igual que un conductor, no mediante reglas específicas.
La entrevista también repasa su papel en Twitter/X, su defensa explícita de la libertad de expresión y por qué creía que la plataforma se había vuelto ideológicamente desequilibrada antes de su compra. Se explica también la relación con Larry Page, la discusión sobre los riesgos de la IA y la decisión de crear un contrapeso real a Google.
El cierre vuelve a Tesla: el concepto de la “máquina que construye la máquina”, la posibilidad de reducir el tiempo de producción de un coche a unos segundos y el análisis de eficiencia física dentro de la fábrica, comparado por él mismo con la densidad de un chip.
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